Acabo de ver “Querido John” (“Dear John”), la cual creo que aún está dando vueltas en algunas salas de cine, así que aprovecharé estos días sin estrenos –aparte de Eclipse –para hablar un poco acerca de la última película de Lasse Hallström, quien tiene a su haber algunas películas bastante interesantes, como “Chocolat” del 2000 y el magnífico remake de la ochentera “Hachiko” en el 2009. Aún así, dudé antes de verla, hasta que por fin me decidí a verla con tranquilidad, sobretodo al saber que está basada en un libro de Nicholas Sparks, el mismo autor de “Diario de una pasión” (“The Notebook”).
El argumento inicial muestra a un obstinado joven soldado estadounidense llamado John –aunque Ud. no lo crea –interpretado por Channing Tatum, quien vive con su solitario padre (Richard Jenkins) en una pequeña ciudad llamada Charleston. En uno de sus cortos descansos militares, conoce a Savannah (Amanda Seyfried), con quien congenia rápidamente y comienzan una intensa relación amorosa, la que se ve afectada por los continuos viajes que debe hacer John debido a su labor, y el poco tiempo que dispone para estar junto a ella.
Con todo esto, estamos frente al típico drama romántico. Con escenas hechas para arrancarle a más de alguien una tímida lágrima, o al menos lamentar los hechos. Pero lo que lamentamos en esta película es la falta de seriedad al momento de desarrollar las situaciones, al momento de la toma de decisiones de los personajes.
Por momentos parece un drama quinceañero, exagerado, con un John taimado y una Savannah precipitada. Las actuaciones tampoco son muy buenas. Existen escenas donde uno espera más profundidad de los protagonistas –sobretodo porque desde un comienzo están muy bien definidos (él como el sufrido en silencio y ella como la caritativa y cercana) –frente a situaciones, algunas, realmente fuertes. Pero no ocurre como debiese. La historia se pierde con hechos que no tienen una base explicativa muy razonable, y se mueven por un “pseudo-amor” que de sentimiento posee muy poco.
Aún así, debo reconocer que la actuación de Jenkins como el padre de John es excelente, y es en las escenas donde él aparece en las que podemos compenetrarnos con la historia de manera que nos toque muy de cerca. Pero esto no logra equilibrarse con las fallas de argumento y de actuación de Seyfried y Tatum. La musicalización y la ambientación son muy buenas, y la película, en cuanto a detalles técnicos de edición está bien finalizada.
Para verla un domingo sin otro panorama, no está del todo mal, pero tampoco se encuentra en “Querido John” un drama romántico importante, como sí lo encontré en la gran “Diario de una pasión”. Quizás cómo sea el libro, ya que el escritor es el mismo. Tal vez sea sólo un punto bajo en sus best-sellers. O tal vez sea sólo una dirección despreocupada de Hallström, quien acostumbra a hacer trabajos más prolijos que éste.
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