Volviendo al ruedo con las películas que veo autoimpuestas, es el turno en esta ocasión, con un nuevo año ya bastante avanzado, de una cinta de comienzos de los años 90, dirigida por el reconocido – ¿o no? –Joel Schumacher, quien ha sabido de triunfos y derrotas con títulos como “Batman Forever” (1995), “Batman y Robin” (1997), “8 mm” (1999), “Phone booth” (2002) y “El número 23” (2007).
Interesado en proyectos que a simple vista son interesantes pero difíciles de llevar a cabo, y más allá de fallar en algunos –o varios –casos, Schumacher posee la habilidad de lograr tensión en el espectador con la simpleza del desarrollo de un guión, como mínimo, inteligente, como pasa en “Phone booth” con un Colin Farrell encerrado en una cabina telefónica por casi 80 minutos.
Sabe captar el interés con facilidad. Y esto también se nota en “Un día de furia” –llamada originalmente “Falling down” –que contiene un elenco de estrellas como Michael Douglas y Robert Duvall y un guión tan simple como impecable de Ebbe Roe Smithen uno de sus poquísimos acercamientos a la escritura, lo que lo hace doble logro.
La música, a cargo de James Newton Howard (“Sexto sentido”, “Soy leyenda”, “Batman inicia” y 25163 más), ofrece cambios de ritmo necesarios, pero con una fluidez en la tensión que se hace una con la actuación soberbia de Douglas.
“Un día de furia” posee la fuerza que le da Bill, su personaje principal. El deseo más profundo de su ser, que es el poder estar con su hija para su cumpleaños, el hecho de que su ex esposa se lo impida y la historia paralela del policía en su último día de servicio –sí, sé que es trillado –que da con una historia que avanza como bola de nieve hasta el mismo desenlace.
Esta es una película directa, sin dobles intenciones, que posee una cruda crítica a la sociedad que cada vez es menos social o sociable. Una pérdida de rumbos y de sueños encarnada perfectamente en su protagonista.
“Un día de furia” no pasa de moda, sólo envejece para convertirse poco a poco en una obra de arte contemporánea, más allá del cine, de la psicología humana y de cómo un hombre puede caer y seguir cayendo y en ese viaje vertiginoso decide hacer la diferencia sin mediar consecuencias, simplemente porque está harto de tanta mierda.
Recomendada, con menos de dos horas que se pasan volando y que nos mantienen pegados en todo su desarrollo. Lo mejor de Schumacher que he visto hasta ahora. Así que no me queda más que invitarlos a ver el tráiler de la película y el video de la canción “Man on the edge” de Iron Maiden, la cual está basada en esta película y a ver si la secuencia de apertura de la película les recuerda el comienzo del video "Walk" de "Foo Fighters".
Un día de furia / 1993 / Dir: Joel Schumacher / Prot: Michael Douglas, Robert Duvall
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