22 de junio de 2010

EN CINES: Por fin... Toy Story 3



No recuerdo haber visto cuando “chico” Toy Story 1 o 2. Sólo recuerdo haber visto hace algunos años la 1, y fue gracias a mi sobrino “Demian”. Digo gracias porque era de verdad una película que me entretuvo y que me mantuvo pendiente de su desarrollo (todo un logro para Disney les diré).

Pues bien, pasaron algunos años para mí (y más de diez para los que vieron la segunda el 99) y pude ver la tercera patita de la “saga”. “El Gran (o Último) Escape” creo que rezaba uno de los afiches promocionales de esta cinta que creo debe ser la que más se ha esperado entre los espectadores, luego de muchas dilataciones de post-producción.

Los “jefes” de la película son los mismos. Como decía yo en otro sitio, para mí Pixar trabaja como una familia (y para nada disfuncional) en sus proyectos, y cada uno de sus productos es como si fuese un nuevo hijo que llega al mundo. Existe dedicación y se nota que siempre saben aprovechar los avances de la tecnología a través del paso del tiempo.



Esto último se nota en Toy Story 3. Más de una década de avances en animación digital se agradecen. Y no digo que Toy Story 1 sea “fea”, porque fue asombroso verla cuando Pixar era un adolescente evolucionado en el género. Lo que digo es que ahora se puede apreciar con mayor claridad la calidad de uno de los estudios de animación más importantes de los últimos años.



Toy Story nos trae de vuelta a la habitaron de su dueño, pero en esta ocasión hay un hecho inevitable: él se va a la universidad en pocos días y debe decidir qué hacer con las cosas que no se llevará consigo. Las opciones son: dejarlas en el ático… o echarlas a la basura. Obviamente nuestros plásticos amigos se aterrorizan al verse más cerca de la segunda opción, y comienzan a maquinar planes para no irse en el camión recolector.

Desde los primeros minutos de la cinta avanzamos rápidamente por muchos viajes que nos llevan a conocer distintos lugares, aventuras nuevas y muchos nuevos personajes. Todo esto con una historia bastante fluida y llena de acción y comedia. También esta tercera entrega adorna su argumento con el drama aparecido del hecho de la –a simple vista- inminente separación de los juguetes de su dueño. Y es un aderezo muy importante para el desarrollo de la película, ya que ayuda a dar un mensaje y una moraleja en su desenlace, cualidad muy característica de las películas Disney de siempre.

Así, nos encontramos ante una mejor tercera parte que sus predecesoras, con una gama de personajes nuevos (juguetes, claro está), entre los que encontramos villanos muy bien caracterizados y otros que ayudan a nuestros protagonistas en su odisea. Y aunque son muchos los nuevos personajes, ninguno está de más. Todos tienen vital importancia y, en vez de hacer la historia lenta o enredada, la convierten en un rápido cóctel de entretención.



Obviamente no les arruinaré la sorpresa con detalles de su desarrollo, pero sí les diré que de principio a fin es un film de animación que vale la pena ir a ver al cine, sobre todo si van con niños (prestados o propios) porque es una linda y entretenida película. Y aparte se darán cuenta que está hecha para todos, y que tal vez se reirán más que los pequeños (Pixar rescatando lo mejor de Dreamworks).



Siéntanse libres de comentar, alegar, atacar, lo que deseen.

2 comentarios:

  1. Una muy linda pelicula, con escenas divertidas y emotivas, siempre me encantó Toy Story y ahora la vuelvo a ver con mis sobrinos, lo que me hace recordar lo vieja que estoy!

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  2. Qué me queda a mi que en un par de años tendré que ir al cine con mi sobrinoNIETO!!!

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