Por fin la vi. Me tincaba de antes de saber que era candidata y que luego ganara el Oscar a Mejor Película Extranjera. En realidad para mí esos premios son puro marketing y da lo mismo la información que acabo de mencionar. Simplemente digo que le veía buena pinta a la última película de Juan José Campanella. El guión es una adaptación de la novela “La Pregunta De Sus Ojos”.
La historia, situada en 1999, es contada en forma de recuerdo: en junio de 1974, un agente de la justicia federal, Benjamín Esposito (Ricardo Darín), empieza a investigar el crimen de una joven mujer, Lilliana Colotto de Morales, brutalmente violada y asesinada dentro de su casa en un barrio de Buenos Aires. Su esposo, ahora viudo, Ricardo Morales (Pablo Rago), queda devastado por la noticia; Esposito le promete encontrar al asesino y llevarlo ante la justicia. Éste es ayudado por su asistente alcohólico, Pablo Sandoval (Guillermo Francella), y la recién llegada Irene Menéndez-Hastings (Soledad Villamil), una joven de clase acomodada que es la nueva jefa del departamento. (Gracias Wikipedia).
Es una película de dos horas de duración, pero que transcurren muy rápido. Encontramos un thriller policial, con drama, humor negro y un sombrío escenario a medida que avanza la historia. La calidad de la cinta es espectacular. Se logra percibir desde el comienzo un esmero en entregar, aparte de la historia en sí, un producto en lo material de lo más limpio y perfecto. Las locaciones, la iluminación, todos los accesorios que ayudan (o entierran más) a una historia acá cumplen con creces su labor.
La mezcla de una historia de amor/desamor con otra de crimen y castigo es magnífica, y el resultado es una película sobria, madura y muy bien contada. Es importante mencionarles que deben poner muchísima atención a todos los detalles, tanto lo visual como los diálogos. Las actuaciones son también un punto alto. Darín dando lo mejor de sí, al igual que Francella y Villamil. El punto bajo puede ser el papel de Pablo Rago, pero si le damos una segunda lectura tal vez el director quería que su personaje fuese poco expresivo y parco.
Una película recomendable, de esas que te mantienen pegado a la pantalla, pero a la vez maquinando nuestra propia versión d los hechos, con un buen manejo del suspenso y una vuelta de tuerca digna del género. Ya les había dicho que pusieran mucha atención a los detalles, y aquí les va una pista, ya que yo al menos tuve que ver dos veces el final para entenderlo: “Retribución”.
Si quedaron metidos y son fanáticos de las películas que van más allá del mero entretenimiento y que dan un mensaje directo pero para quedarse pensando, vayan a arrendarla right now.
La historia, situada en 1999, es contada en forma de recuerdo: en junio de 1974, un agente de la justicia federal, Benjamín Esposito (Ricardo Darín), empieza a investigar el crimen de una joven mujer, Lilliana Colotto de Morales, brutalmente violada y asesinada dentro de su casa en un barrio de Buenos Aires. Su esposo, ahora viudo, Ricardo Morales (Pablo Rago), queda devastado por la noticia; Esposito le promete encontrar al asesino y llevarlo ante la justicia. Éste es ayudado por su asistente alcohólico, Pablo Sandoval (Guillermo Francella), y la recién llegada Irene Menéndez-Hastings (Soledad Villamil), una joven de clase acomodada que es la nueva jefa del departamento. (Gracias Wikipedia).
Es una película de dos horas de duración, pero que transcurren muy rápido. Encontramos un thriller policial, con drama, humor negro y un sombrío escenario a medida que avanza la historia. La calidad de la cinta es espectacular. Se logra percibir desde el comienzo un esmero en entregar, aparte de la historia en sí, un producto en lo material de lo más limpio y perfecto. Las locaciones, la iluminación, todos los accesorios que ayudan (o entierran más) a una historia acá cumplen con creces su labor.
La mezcla de una historia de amor/desamor con otra de crimen y castigo es magnífica, y el resultado es una película sobria, madura y muy bien contada. Es importante mencionarles que deben poner muchísima atención a todos los detalles, tanto lo visual como los diálogos. Las actuaciones son también un punto alto. Darín dando lo mejor de sí, al igual que Francella y Villamil. El punto bajo puede ser el papel de Pablo Rago, pero si le damos una segunda lectura tal vez el director quería que su personaje fuese poco expresivo y parco.
Una película recomendable, de esas que te mantienen pegado a la pantalla, pero a la vez maquinando nuestra propia versión d los hechos, con un buen manejo del suspenso y una vuelta de tuerca digna del género. Ya les había dicho que pusieran mucha atención a los detalles, y aquí les va una pista, ya que yo al menos tuve que ver dos veces el final para entenderlo: “Retribución”.
Si quedaron metidos y son fanáticos de las películas que van más allá del mero entretenimiento y que dan un mensaje directo pero para quedarse pensando, vayan a arrendarla right now.
Una excelente pelicula, totalmente recomendable, con un final sorprendente.
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